¡EL CUERPO HABLA LO QUE LA BOCA CALLA!
Cuando llevas años sintiéndote mal sin saber la causa, acabas normalizando un estado de salud que crees no tener solución.
Desde bien joven sufrí de problemas digestivos, gases, estreñimiento, espasmos intestinales, distensión abdominal con casi cualquier alimento que comiera e incluso, sólo bebiendo agua. Me levantaba por la mañana con el vientre plano y en nada, ya estaba hinchada.
Digestiones lentas y pesadas que me hacían vivir preocupada con la comida y sentirla como una pesadilla y no como un placer.
Durante muchos años me sentí mal, incómoda, vestía blusas y jerseys anchos para ocultar la barriga y evitar que me preguntaran si estaba embarazada…. ¡Qué situación tan incómoda!!!
En mi casa nunca se habló de terapias alternativas, ni de plantas medicinales, como mucho conocía la manzanilla y cómo no, ¡¡ la tila !!.
Así que tomé la iniciativa y, después de muchos años haciendo caso a mi madre que me aconsejaba ir al médico al menor dolor y después de años con medicación diaria para paliar un poco los efectos, decidí ir a la consulta de un Naturópata.
Me llamó la atención que se interesara por mi estilo de vida, mi historial clínico, mis hábitos y que estuviéramos hablando sobre mí tanto tiempo. Luego me miró la lengua, los ojos, me tomó el pulso de una manera desconocida para mí en ese momento, en fin, me asombró la manera tan diferente de conseguir un diagnóstico.
El caso es que en poco tiempo y tratando la causa que me provocaba esa sintomatología, me empecé a sentir bien y los síntomas fueron desapareciendo poco a poco.
Desde aquel día, no he vuelto a tomar ningún tipo de medicamento porque sinceramente, no lo he necesitado.
Aprendí a alimentarme para no inflamarme y reducir las intolerancias y alergias, a controlar momentos de ansiedad con diferentes técnicas y con plantas medicinales, a potenciar mi sistema inmunológico con complementos naturales y así, según hable mi cuerpo.
Esto es como prevención, es decir, el estadio anterior a la enfermedad. Una vez ésta aparece, es el médico quien debe diagnosticar y tratar la enfermedad así como determinar si procede el uso de terapias y complementación natural.
¡DE CEDER LA RESPONSABILIDAD AL MÉDICO A COGER LAS RIENDAS DE MI SALUD!
¡DE SER PACIENTE A SER TERAPEUTA!
Cuando entras en el mundo de las terapias naturales, tu vida te cambia en general.
Hasta ese entonces, mi vida transcurría con normalidad (dejando aparte mis problemas digestivos).
Había estudiado para trabajar como administrativa y la verdad es que tuve muchísima suerte.
Empecé a trabajar en una multinacional, me casé, tuve dos hijos, me divorcié y al cabo de veintisiete años trabajando en esa multinacional y a raíz del interés que despertó en mí esa forma diferente de entender la salud, solicité la baja voluntaria.
Me dediqué a formarme y durante cuatro años estudié Naturopatía y Medicina Tradicional China. Me formé como Quiromasajista y Coach Nutricional y realicé un Máster en Técnica – Experta en Dietética y Nutrición.
Todo afecta a todo
En este universo cuando una cosa cambia, todo cambia.
De aquí el gran poder del ser humano para cambiar el mundo cambiándose a sí mismo.
-Nisargadatta-
Cuando estás en armonía con tu propósito de vida, te despojas de ese personaje que estabas interpretando y conectas con tu esencia.
Cuando estás en equilibrio con lo que piensas, dices y haces, tu realidad se vuelve diferente, la creas desde otra perspectiva. Y eso es lo que hice en todos los ámbitos de mi vida. Y a nivel profesional, encontré mi lugar y mi diferenciación de otros profesionales gracias a crear una metodología que une mi experiencia personal, los conocimientos adquiridos y la práctica clínica de siete años ayudando a mujeres a mejorar su bienestar físico, mental, emocional y social, desde una perspectiva amorosa, comprensiva e integral: entendiendo el cuerpo como un todo.Para mí, la persona es mucho más que un cuerpo con algunos kilos de más. Es una emoción atrapada que no le deja vivir feliz, satisfecha y a gusto con su cuerpo. La vida es corta y muy bella y en aquellos casos en los que verdaderamente existe un grave problema es cuando comprendo que haya dolor y preocupación. Cuando lo has vivido, empatizas con el dolor ajeno. Lo demás, son situaciones adversas a resolver. No es solamente su apariencia física. Lo que realmente me preocupa es cómo se siente, cómo es su diálogo interno, cómo ve su realidad, qué creencias son las que la limitan y cómo puede aprender a gestionar sus pensamientos, sus emociones y su alimentación para eliminar de su organismo los efectos del estrés y la inflamación crónica y así mejorar su bienestar físico, mental, emocional y social, sentirse sana y vivir a gusto con su vida y con su cuerpo. Mi misión y mi pasión es escuchar a la persona, crear un ambiente de confianza, tratar su causa y promover su salud para que consiga, definitivamente, una mente y un cuerpo saludable.
¡SÓLO TIENES QUE MOVER UNA FICHA PARA QUE SE PRODUZCA EL EFECTO DOMINÓ!
¡EL OBJETIVO ES CORRECTO, PERO EL PLAN ES ERRÓNEO!
Puede ser que pienses que es imposible, pero sólo te puedo decir una cosa: ¡querer es poder!
Todos lo sabemos todo. Sabes lo que tienes que comer para no engordar y sentirte vital, sabes lo que tienes que hacer para tener un cuerpo tonificado…
Pero aún así, no lo haces y te pasas la vida con estrategias que no te funcionan. Estamos en la era de la información pero el reto está en la implementación.
Generalmente vienen a mi consulta mujeres que quieren adelgazar, que llevan años intentándolo y no lo consiguen, o cuando acaban el plan, vuelven a coger el peso perdido e incluso más, lo que les hace sentir frustradas y resignadas creyendo que las dietas no funcionan, y tienen razón…
Hasta Albert Einstein te daría la razón. Las dietas “per se” no funcionan. Es mucho más que un papel con un menú semanal, es entender tu cuerpo como un todo, saber cómo funciona, qué le ocurre para corregirlo con estrategias naturales y estar acompañada durante el proceso por alguien que ya pasó por el mismo camino y dispone de las estrategias que siguió y le funcionó.
Es querer intentarlo desde un nuevo paradigma de salud y confiar tanto en el proceso de transformación como en el profesional que hayas elegido para acompañarte en tu aprendizaje.
Tu salud es lo más importante en tu vida. Dicen que la salud no lo es todo, pero que todo lo demás sin la salud es: ¡nada!
En un momento de mi vida, deposité mi confianza en una profesional y mi vida cambió. Adapté una nueva filosofía de vida y adopté cambios externos que me transformaron por dentro.
Te animo a encontrar a esa persona que te inspire la misma confianza y te acompañe en tu proceso de transformación personal. No te conformes con lo superficial y busca cuidarte desde dentro nutriendo tu mente y sanando tu cuerpo.
¡Seguro que esta vez, si es tu momento, lo consigues!